Los hechos son simples y la ciencia los ha demostrado: la luz ultravioleta (UV) daña los ojos. Ello incluye la luz UV que proviene de la luz natural del sol, es decir que cualquier persona que pase mucho tiempo en exteriores está en riesgo.

 

 

El problema es especialmente serio para las personas que trabajan en exteriores por muchas horas, y más agudo en los lugares de trabajo totalmente expuestos a los elementos. El trabajo en los campos petroleros cubiertos de nieve y en las plataformas petroleras y de gas en alta mar es uno de los entornos de mayor riesgo, pero existen soluciones que pueden proteger los ojos de la luz UV y otros peligros.

 

EXPLOREMOS LA LUZ UV

 

¿Qué es la luz UV?

 

Todos hemos oído hablar de la luz UV. Es el tipo de luz que hace brillar los afiches de luz negra y que le da a nuestra piel ese tono bronceado o rojo quemado en verano. En términos científicos, la UV es la sección del espectro lumínico cuyas ondas tienen entre 10 nm y 400 nm. Es la sección del espectro que se encuentra entre las ondas de luz visibles más largas, que podemos ver, y los rayos X más cortos para los que necesitamos ropa de protección.

 

Si bien algunas personas pueden tolerar una cierta cantidad de luz UV en la piel, lo que les da un lindo bronceado, ninguna puede exponer sus ojos a la luz UV sin causar eventuales daños graves. Los frágiles mecanismos de la visión están afinados con gran precisión, lo que significa que aún una exposición breve puede dañar los ojos y ello, a su vez, puede poner en peligro su salud general.

Tipos de luz UV

 

Aproximadamente el 10% de la luz del sol es radiación UV y solamente un tercio de esto llega a la superficie de nuestro planeta; el resto es absorbido o reflejado por la atmósfera. La luz UV puede dividirse en tres sub-bandas generales: luz UVA, UVB y UVC. Aproximadamente el 95% de los rayos UV nocivos que llegan a nosotros son de la sub-banda UVA, el 5% de la UVB y casi la totalidad de los rayos UVC son completamente absorbidos por los gases de ozono de la atmósfera.

 

La luz UV también es emitida por otras fuentes, como la luz artificial, las pantallas, los sopletes de soldadura u otros equipos industriales similares, los láseres y las cabinas de bronceado. Todas estas fuentes pueden ser perjudiciales para los ojos en niveles diferentes de exposición. Es por ello que la protección ocular es la norma entre los soldadores, las personas que usan rayos láser y cuando estamos en las cabinas de bronceado; sin embargo, esta protección se ha descuidado en muchas otras situaciones como los lugares de trabajo en exteriores en las plataformas petroleras de alta mar.

¿Qué hace la luz UV?

 

La luz UV causa ionización, es decir el proceso por el cual un átomo o una molécula adquieren una carga negativa o positiva al adquirir o perder electrones para formar iones. La ionización por luz UV puede ser un proceso útil; por ejemplo, las industrias médica y dental usan luz UV artificial para destruir bacterias. Otras industrias como la automotriz, la electrónica y las artes gráficas suelen usar la luz UV para curar tintas y resinas mediante el proceso de ionización.

 

La luz UV también causa daño debido a la ionización. La ionización tiene un impacto en las propiedades químicas de los átomos del cuerpo humano, lo que los lleva a formar o desligar uniones químicas de una forma que no sucedería de otra manera. El resultado en las células de la piel es que se broncea o se quema, y en las células más frágiles del ojo, el efecto puede ser aún más perjudicial y complejo.

Efectos de la luz UV

 

En realidad, la luz UV es fundamental para el funcionamiento sano del cuerpo. Por ejemplo, cuando la piel se ve expuesta a la luz UV se dispara la producción de vitamina D. La vitamina D permite al organismo absorber calcio, lo cual contribuye a mantener los huesos fuertes. También es necesaria para enviar señales nerviosas por el cuerpo, lo que nos permite utilizar nuestros músculos. Además, el sistema inmunológico utiliza vitamina D para luchar contra las bacterias y los virus. No obstante, sólo necesitamos una cierta cantidad de luz UV para obtener estos beneficios; la exposición más prolongada, especialmente a los ojos, comienza a tener consecuencias negativas.​

 

Efectos a corto plazo​

 

La fotoqueratitis - También llamada ceguera de la nieve por los esquiadores o ceguera del soldador por los soldadores, es básicamente, la quemadura del sol de los ojos. La fotoqueratitis ocurre con la sobreexposición a los rayos UVB que causan inflamación de la córnea. Los síntomas incluyen dolor transitorio, enrojecimiento de los ojos, sensación de arena en los ojos, sensibilidad extrema a la luz y pérdida de visión. Estos síntomas generalmente ocurren dentro de las ocho a 24 horas de la exposición.

 

La fotoconjuntivitis - Ocurre con la sobreexposición a la luz UV y causa inflamación de la conjuntiva, la membrana que reviste los párpados y las cuencas oculares. Si bien la fotoconjuntivitis no suele afectar la visión, puede ser muy dolorosa. Los síntomas pueden durar varios días.

 

Estos efectos breves de la sobreexposición a la luz UV suelen desaparecer una vez que los ojos se sanan, lo que puede tardar horas o días. No obstante, los estudios indican que los efectos acumulativos de la exposición a la radiación UV pueden causar dolencias mucho más graves e irreversibles.

Los efectos a largo plazo

 

La degeneración macular - La exposición acumulativa a la luz UV durante varias décadas puede dañar la retina, lo que se conoce como degeneración macular. Esto puede causar pérdida de la visión central y de la capacidad de ver detalles pequeños.

 

Las cataratas - Con la edad, la mayoría de las personas padecerán cataratas en cierto grado, pero los estudios han demostrado que la sobreexposición a la radiación UVB las acelera. Las cataratas se presentan como proteínas en el lente del ojo, se desenredan y enredan, y acumulan pigmentos que opacan el lente y, al final, llevan a la ceguera. “Las cataratas son la causa principal de ceguera en el mundo; hasta el 20% de los casos de cataratas pueden haber sido causados por sobreexposición a la radiación UV y, por lo tanto, son evitables,” según la Organización Mundial de la Salud.

 

El cáncer de piel - Se ha demostrado el vínculo entre la sobreexposición a la luz UV y el cáncer de piel; ello también incluye la piel del interior de los párpados y alrededor de ellos. El melanoma es la forma más común de cáncer del ojo, y en casos extremos, puede ser necesario extirpar quirúrgicamente el globo ocular. El carcinoma basocelular es otra forma de cáncer que se forma en los párpados.

 

Según la American Cancer Society, “la mayoría de los casos de cáncer de piel son el resultado directo de la exposición a los rayos UV de la luz del sol. Tanto el cáncer basocelular como el cáncer escamocelular (los tipos más comunes de cáncer de piel) suelen aparecer en las partes del cuerpo expuestas al sol, y su aparición está relacionada normalmente con la exposición al sol de toda la vida. El riesgo de melanoma, un tipo de cáncer de piel más serio pero menos común, también está relacionado con la exposición al sol, si bien la relación no es tan fuerte. El cáncer de piel también está relacionado con la exposición a algunas fuentes artificiales de rayos UV.”

LA EXPOSICIÓN EN EL LUGAR DE TRABAJO

La luz del sol es una de las fuentes claves de luz UV; el pasar mucho tiempo en exteriores puede acarrear un riesgo para la salud. Los trabajadores de la construcción, los trabajadores de las minas a cielo abierto, los constructores de caminos y encargados de su mantenimiento así como también las personas que trabajan en agricultura, extracción de madera, paisajismo y campos petroleros corren alto riesgo de sobreexposición a la luz UV.

El agua​

 

Ciertas condiciones elevan aún más el riesgo de exposición a la luz UV. La superficie del agua refleja la luz UV, es decir que los rayos UV nocivos vienen directamente desde arriba con la luz del sol y también desde abajo, de la superficie del agua cercana. Esto constituye un problema especialmente para los trabajadores de las plataformas petroleras y de gas de alta mar, que trabajan primordialmente en exteriores y están rodeados de kilómetros de mar abierto. La radiación UV llega a estos trabajadores de casi todos los ángulos, lo cual aumenta mucho su exposición a la luz UV y a sus efectos nocivos.

 

Un grupo de 24.917 hombres empleados en alta mar en el Mar del Norte de 1965 a 1999 se vinculó por medio del Registro de Cáncer de Noruega 1999–2012. Durante 13,5 años de seguimiento, se registraron 112 casos de melanoma cutáneo y 70 casos de cáncer de piel no melanoma. Según un estudio de 2017 de Stenehjem et al, se registró una relación positiva dosis-respuesta entre la frecuencia de la quemadura de sol y el riesgo de estos tipos de cáncer.

La nieve​

 

La nieve refleja la luz aún más que el agua, con lo cual el riesgo de exposición a la luz UV se torna aún más grave. El daño ocular causado por los rayos UV es especialmente común en las regiones de latitud alta cerca de los polos, o en montañas altas donde el aire es más enrarecido y ofrece menos protección contra los rayos UV amplificados por las condiciones nevadas. Al abrirse cada vez más la región del Ártico, en EE.UU. y en otros países, a las perforaciones en busca de petróleo y gas, es más importante que nunca que los trabajadores de los yacimientos protejan sus ojos de la luz UV o del riesgo de daño grave.​

 

“En el Ártico, la combinación del efecto de la mayor reflectividad de la superficie, los mayores ángulos del sol y el mayor agotamiento del ozono estratosférico puede llevar a niveles más altos de luz UV que los registrados en el Ártico en años recientes,” explica Betsy Weatherhead de la University of Colorado. “Se sabe que los altos niveles de UV en el Ártico causan quemadura del sol (eritema) y ceguera de la nieve (fotoqueratitis) en condiciones normales. La luz UV puede afectar la inmunosupresión en el ser humano, y causar problemas de salud a largo plazo, incluso cataratas, cáncer de piel y una serie de enfermedades cutáneas relacionadas.”

Otros riesgos para los trabajadores del petróleo​

 

Los trabajadores del petróleo y gas que pasan tiempo en las plataformas de alta mar se ven generalmente expuestos a la luz UV; sin embargo, aparte de la exposición a la luz UV, la industria del petróleo y gas representa otros peligros para los ojos que requieren protección ocular y facial.

 

  • Los fluidos de perforación. Estos fluidos, también denominados fango de perforación, se utilizan desde la década de los 1980 para la perforación de petróleo y gas natural pues aumentan la eficiencia y optimizan la velocidad de perforación. La exposición a estos fluidos puede irritar la piel y causar daño a los ojos.​

  • El mercurio. Este elemento tóxico suele ocurrir en la industria petrolera y del gas. Aun cuando los niveles varían entre los depósitos y las áreas geográficas, el mercurio sigue representando un verdadero peligro para los ojos, pues puede aparecer en estado vaporoso o líquido. La exposición al vapor de mercurio afecta el sistema nervioso y la exposición directa puede quemar los ojos.

  • El ácido sulfhídrico (H2S).  Es un gas común encontrado en los yacimientos de petróleo y gas. Este gas es incoloro, pero se lo puede detectar fácilmente debido a su olor acre, parecido al de los huevos podridos. Puede irritar los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones, causar náuseas, desorientación y dolores de cabeza.

  • El polvo y otras partículas. Los escombros arrastrados por el viento pueden rayar la córnea, lo  que puede causar dolor y reducir la visión.

Cómo protegerse de la radiación UV

 

La evolución del ser humano le permite tolerar la luz emitida por el sol, pero ello no significa que la luz del sol no es nociva. La vida moderna nos permite vivir más que nunca, lo que le da tiempo a las dolencias prolongadas tener un impacto perjudicial en nuestra vida. Además, la vida moderna exige largas horas de trabajo y cuando el lugar de trabajo se encuentra en exteriores, ello implica una larga exposición a la luz UV nociva, lo que crea más exposición de la que la evolución ha tenido tiempo de prever. Las personas que trabajan en las regiones polares, como las plataformas petroleras del Ártico, están recibiendo niveles de radiación UV sin precedentes debido al agotamiento del ozono causado por la contaminación.

 

Todos, independientemente de la edad, ubicación o actividad, deberíamos hacer un esfuerzo para evitar la exposición excesiva a la luz del sol y a otras formas de radiación UV. Cuando el trabajo o el estilo de vida exigen pasar largas horas en exteriores, deben tomarse medidas preventivas para proteger las áreas sensibles del cuerpo. En el caso de la piel, la ropa apropiada puede obrar a modo de defensa eficaz, y los filtros solares que protegen contra los rayos tanto UVA como UVB son importantes para las partes del cuerpo que quedan expuestas. En el caso de los ojos, los sombreros y las gafas de sol pueden ofrecer defensa en ciertos ambientes. No obstante, en los ambientes de condiciones UV más duras, como los ambientes donde opera la industria petrolera y del gas, es crucial contar con gafas profesionales de calidad superior.

 

Los encargados de la seguridad en estos ambientes de condiciones UV más duras deben asegurarse de que todos los trabajadores tengan acceso a gafas apropiadas para el ambiente específico, y las usen. Las gafas polarizadas que sellan bien alrededor de los ojos son esenciales en los ambientes de alta mar o de nieve, para bloquear el resplandor de las abundantes superficies reflectantes. Los mejores proveedores profesionales de gafas ofrecen gafas polarizadas de buena calidad para esos ambientes de condiciones UV duras, además de una gama de lentes ahumados y de espejo para otros lugares de trabajo donde abunda la luz UV.

 

TRABAJE PARA SUS OJOS

 

Cualquiera sea su profesión, debería analizar los eventuales efectos nocivos de la luz UV de su lugar de trabajo. Si bien no hay manera de evitar completamente que la luz UV llegue a los ojos, los avances en la industria de las gafas permiten contar hoy con los medios prácticos, eficaces y de moda para proteger los ojos en todos los entornos. No siga arriesgando sus frágiles ojos mientras espera que las normas y políticas de seguridad alcancen a las ciencias.  Los trabajadores de las plataformas petroleras de alta mar y otros lugares de trabajo similares deben hablar del tema con los empleadores o tomar medidas para protegerse.​

 

PROTECT YOUR EYES